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Criminología y "Black Mirror 'Bandersnatch'"


Como criminólogo cuando vi la película de «Black Mirror 'Bandersnatch'» me fue imposible no acordarme de aquel experimento que Stanley Milgram llevó a cabo en la década de los 60 (si nunca lo han investigado, corran a hacerlo).

Explicaré brevemente el porqué: Milgram realizó este experimento poco después del juicio de Adolf Eichmann (sí, aquel del que Arendt habló en su libro «La banalidad del mal»), su objetivo era descubrir los peligros de algo que él llamaba "la obediencia ciega a la autoridad". Para ello utilizó voluntarios que creían estar controlando una máquina que daba toques eléctricos a otra persona (obvio no, la persona que recibía los toques eléctricos era un actor). Un investigador, presente en la misma sala, sugería al controlador aumentar la descarga eléctrica, todo con el fin de comprobar hasta dónde era capaz de llegar por seguir una sugerencia. Y así... Se comprobó lo peor.

En el filme (SPOILER ALERT/ALERTA DE ADELANTO) llega una parte donde el espectador tiene la posibilidad de matar al papá de Stefan (protagonista) o pasar de largo; pero no sólo eso, si uno decide matarlo, surge otra elección: enterrarlo o descuartizarlo. Así es como se van formulando y alterando los distintos finales que tiene la película. Si uno mata y descuartiza al papá (la decisión más drástica) el final es el más exitoso para el videojuego que diseñaba Stefan, pues obtiene una calificación de 5.0 pts; en cambio si lo mata y lo entierra, el videojuego obtiene una calificación de 2.5 pts en la escala de un programa muy parecido al que tuvo MTV llamado 'Joystickeros'.

Ahora, lo interesante aquí es que nosotros tenemos el control, no sólo de matar o no a alguien (aunque sea virtualmente) sino también de lo que haremos con su cadáver. El punto central es que no estamos bajo las órdenes de nadie ¿o sí? ¿Vivimos bajo la ilusión del libre albedrío? Creo que no, pues de algún modo Netflix orilla al televidente a elegir la opción más macabra para triunfar en el mundo laboral, ya que en lo personal, sabía (o sé) que hay un modo de acabar la película en un puntaje perfecto pero sin matar a nadie, sin embargo creo que ese final no existe (aunque los productores han dicho que hay un final escondido que nadie descubrirá). A mi parecer las circunstancias del filme van influenciando las decisiones que tomamos y creo que en eso, la película se parece bastante a la existencia humana. No podemos, ni debemos caer en reduccionismos biologicistas, somos seres sociales y culturales también.

Sería interesante ver las estadísticas de cuánta gente decidió matar al papá de Stefan y descuartizarlo, ya que Netflix ejerce cierta presión para lograr el final que ellos desean; a mi parecer, el filme se resume en tres finales principales. Como sea es una buena película que, por un momento me hizo sentir en un experimento tipo Milgram y me hizo descubrir lo que estamos dispuestos a sacrificar con tal de un poco de éxito o, en el caso de Stefan, reconocimiento laboral.

P.D. Me es inevitable pensar que, a lo mejor esta película es un experimento para medir nuestro nivel de maldad... Pero nunca lo sabremos.

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