EL CRIMINÓLOGO EN LA INVESTIGACIÓN DE CASOS FRÍOS
The criminologist in the investigation of “cold case”
Palabras clave: criminología, perfil criminal, victimología, análisis de escenario, casos fríos, investigación
Key words: criminology, profiling, victimology, investigation, crime scene, cold case
Resumen: La participación del criminólogo en la investigación de casos fríos es un elemento a tener en cuenta a la hora de reabrir una causa. La visión multidisciplinar que puede ofrecer este tipo de profesionales es un gran aporte a la valoración de la causa desde la perspectiva criminológica. A lo largo de este artículo, se desgranan de manera sucinta las principales vías que el investigador deberá tomar en cuenta a la hora de realizar su hipótesis final y qué cualidades deberá reunir un buen criminólogo para la realización del perfil criminal.
Summary: The participation of the criminologist in cold cases investigation is an important element for reopening the case.The multidisciplinary view that we offer in such cases are a good contribution in the analysing of causes from a criminology point of view.Throughout this article, I will try to explain the most important components that an investigator needs to keep in mind when he or she performs the final theory or hypothesis. As well as, the specific attributes that a criminologist needs in order to build a criminal profile.
Introducción
La figura del criminólogo en España se está haciendo notar cada vez más y en distintos sectores. Una de las áreas donde poco a poco va adquiriendo su relevancia es en el sector de la investigación policial y judicial. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad Estatales realizan una labor fundamental y meticulosa a la hora de investigar los delitos de los que se les alerta bajo la potestad de la fiscalía y juzgado correspondiente. Sin embargo, y pese a que se consiguen resolver la mayor parte de los casos, en España tenemos un archivo de crímenes que han tenido que ser sobreseídos temporalmente por falta de pruebas fácticas contra un sujeto o por ausencia incluso del mismo. Por consiguiente, las diligencias e informes de los distintos profesionales que intervienen en la fase de investigación quedan en las estanterías de los juzgados esperando a ser reabiertos algún día. De tal manera, incorporar la figura del criminólogo en la investigación, no implica necesariamente que vaya a resolverse el crimen en el 100% de los casos, puesto que sería además de utópico, un tanto vanidoso por nuestra parte. Sin embargo, no podemos negar, ni tampoco debemos ocultar que, la aportación que nosotros los criminólogos realizamos en las investigaciones dan sus frutos y sin duda podemos aportar, gracias a nuestra visión multidisciplinar, nuevas pistas o líneas de investigación.
¿Qué labor realiza un criminólogo frente a un <<cold case>>?
Nunca existirán dos casos iguales, ni siquiera en los casos seriales donde puedan existir elementos que se vinculen entre sí al haber sido realizados por un mismo sujeto. Cada caso es único.
Cuando hablamos de casos fríos, innegablemente estamos hablando de un paso del tiempo que no retornará y que además, debemos tener presente la famosa frase que quisiera citar textualmente: <<el tiempo que pasa es la verdad que huye>>. El tiempo corre en nuestra contra, aún cuando haya pasado décadas sin que el caso se encuentre resuelto. Pese a vernos envueltos en este tipo de circunstancias, debemos seguir teniendo presente el factor tiempo de alguna manera.
Es evidente que, frente a una investigación archivada, contamos con recursos más limitados y con indicios que de haber estado presente el criminólogo en el momento del hallazgo de la víctima, podríamos haber tenido en cuenta. No obstante, un perfilador criminal debe buscar las emociones a través de los indicios físicos y estudiar en su totalidad el contexto. La víctima y las circunstancias que rodearon su muerte pueden aportar grandes pistas de cómo actuó el autor material y las razones que le llevaron a ello. De tal modo, es vital que, aunque hayan pasado años desde la comisión del delito hasta el momento en el que interviene el criminólogo y pasa a formar parte de la investigación, acuda al escenario o escenarios del delito. La razón fundamental de ello es adentrarse en el caso y conocer las circunstancias sociodemográficas del lugar, incluso aún cuando éstas hayan sido modificadas por la mano del hombre o de manera natural. El hecho de acudir al lugar genera una visión que desde el despacho nunca se podrá observar. La lectura misma del expediente y las conclusiones extraídas de las declaraciones y de los análisis forenses de las pruebas físicas recogidas, no serán suficientes para la elaboración de un perfil exacto. Es necesario y básico realizarlo, evidentemente, pero los elementos que darán el broche final a nuestras conclusiones se darán en el momento en el que acudamos y observemos nosotros mismos los posibles movimientos, vías de acceso y de salida que tiene el lugar y lo cómodo que pudo haberse sentido el autor material de los hechos cometiendo el crimen, dicho en otras palabras, debemos averiguar por qué razón eligió ese sitio y no otro.
Asimismo, cabe destacar que para la elaboración de un perfil criminal, es necesario prestar atención a varios componentes que forman parte del hecho. Atendiendo a cada uno de ellos, debemos intentar responder a una serie de preguntas que nos irán surgiendo a lo largo de la investigación en relación al escenario, al perfil geográfico, a la víctima, al entorno de ésta y sobre todo, del propio agresor.
Pasemos a desgranar cada una de las piezas que se deberán analizar en un perfil y su importancia a la hora de extraer nuestras propias conclusiones. El análisis individual llevará inevitablemente a su análisis general.
El análisis de escenario
El escenario es un elemento muy importante para el investigador, puesto que para éste, ayudará a desvelar factores psicológicos que caracterizan al autor material de los hechos. El análisis minucioso del mismo, revelará comportamientos del delincuente y la interpretación criminológica de ellos.
Locard decía que <<cuando un criminal interacciona con su víctima, hay algo de él que se transfiere a ella o al escenario, así como del escenario o la víctima hacia él>>. En ese sentido, no únicamente debemos fijarnos en los indicios físicos que se observen sino en los indicios psicológicos. Gracias a ello, podremos averiguar rasgos distintivos de la personalidad del autor y empezar a conocer qué tipo de persona se está buscando.
Un escenario servirá para interpretar cuáles pudieron ser los movimientos y la interactuación entre la víctima y el agresor. Será un eslabón más en la cadena de la hipótesis final a elaborar.
Asimismo, el perfilador deberá realizarse una serie de preguntas como ¿por qué se produjo la interactuación en ese lugar? ¿es posible que hayan otros escenarios? ¿dónde? ¿se trata de un lugar concurrido? ¿qué tipo de personas conviven en dicha zona?
De tal manera, el estudio de los escenarios son fundamentales para la elaboración de la hipótesis final y una fuente de información muy valiosa.
La víctima
La víctima es otro objeto de estudio vital a la hora de analizar el caso. Los criminólogos apoyándonos en los informes de los médicos forenses de las necropsias, así como los informes toxicológicos, nos ayudarán a buscar, una vez más qué emociones ha dejado plasmadas el delincuente sobre su víctima. Así pues, conocer la terminología médica en la perfilación criminal, considero que es de gran ayuda para comprender mejor en base a qué estamos trabajando. También, y no sólo para ello, sino para poder solicitar un contrainforme o que el médico forense nos aclare ciertos aspectos que observamos de la autopsia y que consideramos relevantes en nuestra investigación. Conociendo la terminología y la jerga médica, podremos inquirir en determinados aspectos que se contemplen en el informe con el fin de perfilar mejor y con más detalle nuestras líneas de investigación. Además de ello, también deberemos prestar atención el modo de ataque que sufrió la víctima a través de sus heridas. Estudiando las lesiones, tanto las propias del ataque que le causó el agresor, como aquellas que sean en defensa propia, nos revelarán evidencias psicológicas del comportamiento del autor y por ende, de su forma de ser, y también podremos realizar una reconstrucción del ataque basándonos en los informes médicos tras conocer la data y evolución de cada una de las lesiones. Asimismo, y en conjunto con las evidencias físicas halladas sobre el escenario del crimen, también se podrá realizar una reconstrucción global de los hechos ocurridos.
Sin embargo, no sólo nos basamos en el estudio de los informes que tengan relación directa con la víctima, sino que como criminólogos también tendremos una parte activa dentro de la investigación. Con ello me refiero a las entrevistas. Es fundamental conocer cuál era el entorno de la víctima y para ello entrevistar a los familiares, amigos y conocidos cercanos nos ayudará a saber quién era esa persona. Es importante recoger distintos puntos de vista, una madre no hablará igual de su hijo como lo hará su mejor amigo. Es más, quizá ni siquiera sepan las mismas cosas, por lo que podremos obtener diferentes puntos de vista sobre la persona e información valiosa.
El agresor
Todo girará entorno a la búsqueda de este sujeto. El fin primordial es averiguar quién es. Sin embargo, el criminólogo únicamente podrá establecer una serie de características que habrá determinado a través de su estudio propio del caso. Para ello, y en base a las evidencias físicas y psicológicas que haya observado deberá realizarse preguntas que ayuden al investigador a realizar una aproximación, lo más exacta posible, de quién cometió el acto delictivo.
De tal manera, las preguntas a responder por el propio perfilador irán orientadas hacia la averiguación de la motivación del autor, el modus operandi, la firma (si la hay), la relación previa con la víctima, qué tipo de elementos emplea para cometer el acto y si éstos son abandonados en el propio escenario, se encuentran en otro lugar o simplemente desaparecen, qué métodos de precaución utiliza, cuánto tiempo dedica al crimen…etc.
Muchos investigadores han realizado sus propios esquemas con baterías de preguntas en base al modelo que ideó el FBI en un primer momento. Cada perfilador, lo adapta a su metodología de trabajo y a las necesidades que considera. No siempre se podrán responder a todas las preguntas, puesto que, como bien se dijo al principio, cada crimen es único. No obstante, a mayor detalle, mejor podremos elaborar la hipótesis final.
El perfil geográfico
El perfil geográfico es una parte de la perfilación que puede ser muy importante para establecer pistas sobre el estilo de vida del autor material de los hechos. Mientras que cuando se analiza un escenario del delito lo que pretendemos hallar son rasgos psicológicos del delincuente, cuando queremos elaborar un perfil geográfico, nuestra investigación irá focalizada a la búsqueda de un estilo de vida.
Los límites sociodemográficos no son iguales para todo el mundo, por lo que cabe entender que lo que para una persona un recorrido puede ser sencillo, para otro puede resultar tedioso. Así pues, este tipo de perfil es muy útil para los casos seriales, dado que podemos aplicar la teoría del círculo de Canter. Esta teoría, pese a que no se cumple siempre al 100% (estamos hablando de conductas humanas y siempre habrá la excepción que confirme la regla), en casos como el de Joaquín Ferrándiz –el asesino en serie de Castellón-, consiguió detectar cuál era su zona de confort y residencia al analizar los lugares donde fueron apareciendo sus víctimas.
Por consiguiente, un perfil geográfico analizará el lugar en un radio mucho mayor que el de un escenario. Se observará cómo están estructurados los caminos, por dónde pasan las autovías, los límites físicos y psicológicos que presenta, la demografía del vecindario, el uso del terreno, el fenómeno del desplazamiento, etc.
Cabe tener en cuenta que no siempre se comete el delito en el mismo lugar donde se interactuó con la víctima la primera vez. La toma de contacto pudo ser diferente al lugar donde cometió el delito e incluso donde finalmente pudo abandonar el cuerpo.
La elaboración de la hipótesis final
Tras la valoración de todo lo analizado y habiendo respondido a las preguntas pertinentes en cada caso, llega la hora de establecer cuál será la valoración final en su conjunto y a qué conclusiones llegamos con respecto a nuestra propia investigación.
Pese a que la perfilación criminal presenta el problema de la veracidad que pueda llegar a tener y el escepticismo que pueda generar por ser algo basado en la estadística y la intuición del investigador, es interesante recordar los casos en los que fue fundamental la participación del criminólogo en la investigación, como fue el caso anteriormente mencionado acaecido en Castellón de la Plana (España).
También se nos presenta una dificultad añadida y es que los aspectos psicológicos que podemos observar no se pueden probar de manera tangible a la hora de intervenir como peritos en un juicio y hacer la valoración de nuestra investigación. Además, debemos enlazar todas esas huellas y establecer un patrón de conducta. No es una tarea fácil y conlleva, en muchas ocasiones, grandes quebraderos de cabeza.
La ventaja que tiene la perfilación es que puede reorientar una investigación, por lo que no resulta impepinable el acertar al 100% las características del agresor; dicho de otro modo, debemos probar la utilidad y la eficacia de la perfilación orientándose hacia la correcta resolución de un caso.
Pese a ello, un buen perfilador deberá tener una buena percepción de los detalles, así como un gran conocimiento en patrones de conducta para comparar y saber detectar ante qué tipo de persona se está enfrentando. También es muy importante librarse de deseos personales o prejuicios que puedan contaminar nuestra mente. Debemos proyectar nuestra mentalidad y pensar como lo debió hacer el delincuente. De tal manera, si logramos todo ello, podremos obtener una hipótesis más cercana a la realidad y, por ende, más verídica.
Conclusiones
En conclusión podemos decir que un perfil criminal puede ser de gran utilidad para la reorientación de una investigación que quedó archivada por falta de indicios o evidencias o que simplemente quedó estancada y no se pudieron abrir nuevas líneas de investigación por no encontrar nuevas hipótesis.
De tal manera, para la elaboración de un perfil es importante tener en mente varias vías, una de las más importantes, desde mi punto de vista, es la víctima. Para el criminólogo es una fuente de información muy valiosa que dará grandes pistas a lo largo de la investigación.
Es importante a la hora de la valoración final trabajar sobre una mente abierta libre de prejuicios u otras ideas que nos puedan corromper y desviarnos de lo importante que es el esclarecimiento de los hechos.
Los casos fríos son casos que multiplican su dificultad a causa del paso del tiempo. Sin embargo, es importante no olvidar que estamos hablando de personas que han sido víctimas de un hecho violento y han perdido la vida, por lo que la lucha por esclarecer y averiguar a su autor debe ser algo que la justicia debe tener siempre presente.